3.1. Introducción
«Knowing how people will use something is essential.»
Don Norman
Aunque cada vez haya más conciencia sobre la relevancia que tiene la usabilidad, no todas las empresas le dan importancia. Es cierto que el crecimiento exponencial de las tecnologías y la democratización de las interacciones entre humanos y máquinas-interfaces requieren cada vez más esfuerzos en materia de validación y adecuación de los diseños a las necesidades, los objetivos y las motivaciones de las personas usuarias. Al fin y al cabo, como dicen Cañas y Waerns,
«El diseño es un proceso interactivo en el que las necesidades y las capacidades de las personas usuarias son los factores principales que determinan el proceso de diseño».
De este modo tenemos que las necesidades y los objetivos de la persona usuaria deben estar integradas en todo el proceso de diseño centrado en el usuario. Esto implica involucrar a las personas usuarias en todo el proceso de diseño.
Y, por otro lado, sabemos que la usabilidad es un atributo cualitativo del diseño basado en la percepción que tiene la persona usuaria sobre la utilidad, la satisfacción y el uso de un producto o servicio.
Por lo tanto, parece obvio que la evaluación de la usabilidad toma el máximo sentido dentro del contexto del diseño centrado en las personas, donde, gracias a la iteración y al ejercicio de empatía constante hacia las personas usuarias, podemos conseguir productos y servicios que satisfacen sus expectativas.
Ejercicio
Reflexionad sobre algún producto o servicio que hayáis dejado de utilizar porque no cumplía con vuestras expectativas. ¿Qué esperabais que hiciera o pasara que no sucedía?